Por fin, después de años buscándolo, hoy vengo a contarte como he conseguido montar el ‘setup’ definitivo en mi escritorio!
Índice
La búsqueda de un concepto
Si lleváis tiempo siguiendo mis entradas en Aguacatec os habréis dado cuenta de que soy un fan declarado de la productividad. Mi lema es que «menos es más». Esto, aplicado a conseguir el ‘setup’ definitivo, significa maximizar las funcionalidades y la comodidad, minimizando el número de dispositivos y el espacio. En concreto, mis requisitos para mi ordenador eran los siguientes:
- Tiene que ser un portátil. Si, ya sé que un Mini PC es una opción fantástica para optimizar el espacio (y me parece una opción genial para mi ‘homelab’), pero soy una persona a la que le gusta viajar y teletrabajar. Esto implica que debo tener la capacidad de llevarme mi ordenador principal conmigo sin necesidad de cargar con monitores o periféricos.
- Necesito un mínimo de potencia. No es que me haga falta un ordenador de la NASA, ya que normalmente el uso que le doy es el típico de un usuario medio (navegar, escribir, ofimática…), pero también necesito editar imágenes y video. Remarco esto porque ya he trabajado previamente con dispositivos tipo ‘surface’ o tablet, y cuando les presionaba se quedaban cortos.
- Quiero una pantalla táctil. Esto es algo que llevaba tiempo persiguiendo, ya que me parece tremendamente práctico poder lanzar acciones rápidas con un gesto. Anteriormente ya había conseguido utilizar alguna tablet vieja como un monitor táctil o crear un stream deck con un teléfono viejo. El problema es que esto implica añadir otro dispositivo en tu escritorio (con su correspondiente soporte, cable de carga…) y además la coordinación no era precisamente perfecta.
- Pequeños detalles… Esto ya son manías personales, pero hace tiempo que tenía decidido que mi próximo portatil no tendría el botón de encendido en su interior. De esta manera podría colocarlo en cualquier sitio y posición (por ejemplo, cerrado en un soporte) y poder acceder al botón sin abrirlo (o, en su defecto, que tuviera la opción de activar el ‘Wake On Lan’ en la BIOS para encenderlo de forma remota).
El ‘setup’ definitivo
Tras mucho tiempo persiguiendo la fórmula perfecta, por fin lo he conseguido con el FreeBook que me han enviado nuestros amigos de Chuwi. Se trata de un portátil con pantalla táctil de 13,5″, con un procesador Intel Celeron N100, 12 GB de RAM y SSD de 512 GB (ampliable a 1 TB). Y sí, tiene el botón de encendido en un lateral 😀 Sólo con esto ya cumplía todo lo que necesitaba, pero además me ha aportado algunos extras muy interesantes para crear el ‘setup’ definitivo.
Como puedes ver en la imagen, puedes girar la pantalla 360º (lo que llaman «modo yoga»). Esto es algo que ni si quiera me había planteado, pero le estoy sacando un partido tremendo. ¿Recuerdas que hace poco te conté cómo había creado un escritorio a doble altura? Gracias a esta combinación puedo apoyar el ordenador sobre la parte del teclado (siendo su propio soporte) y colocarlo en la parte inferior del escritorio, justo debajo de mi monitor, prácticamente sin cables a la vista, dejándo libre todo el espacio en mi escritorio.
Puede parecerte un detalle trivial, pero no lo es en absoluto. Si leíste mi entrada sobre cómo crear un escritorio multiordenador, esta ha sido la guinda del pastel. Ahora no sólo tengo un monitor, teclado y ratón con los que manejo dos ordenadores sin mover un cable. Además siempre tengo la posibilidad de mantener encendida la pantalla táctil bajo el monitor, perfectamente alineada y al alcance de la mano.
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Cómo le saco partido
Controles rápidos desde el escritorio
¿Recuerdas esta entrada en la que te explicaba cómo personalizar tu escritorio de Windows? Pues ahí mismo te explicaba como añadir ‘widgets’ y accesos rápidos a tu escritorio con Rainmeter y sus ‘skins’. Por ejemplo, puedes usar el conocido tema de Big Sur para crear controles con la estética de Apple.
Pero es que con la pantalla táctil es tan fácil como pulsar sobre la barra de tareas de Windows para controlar la reprodución multimedia, el volumen, el brillo de la pantalla, el calendario… como si fuera tu smartphone. De forma nativa y sin instalar aplicaciones de terceros.
Acceso rápido a mi ‘homelab’
¿Y qué me dices de acceder a cualquier servicio de tu ‘homelab’ con sólo dos pulsaciones? Para ello lo único que he tenido que hacer es configurar la interfaz en la página de inicio de mi navegador, como te explicaba en esta otra entrada. A partir de ahí, lo único que necesitas es añadir todos los acceso directos a tu interfaz.
Control táctil de la domótica
Obviamente en el ‘setup’ definitivo no podía faltar el control de la domótica. Ya sabes que diseñar un Wall Panel en Home Assistant es muy sencillo, y en mi caso me gusta tener paneles dedicados para sacar lo mejor de cada dispositivo. En este caso, diseñar tarjetas que me dan toda la información de un sólo vistazo y me permiten interactuar con ellas con gestos sencillos me parece lo más práctico (aunque próximamente diseñaré un plano 3D de la casa con controles táctiles).
🥑 Por cierto, si quieres aprender a diseñar tus propias tarjetas te recomiendo que veas el taller de la academia, es gratis!
